Introducción:
Este
Salmo es tan conocido que probablemente si le hablamos de su contenido a
alguien que no acostumbra leer la Biblia, seguramente alguna vez escuchó sobre
él.
El
contraste entre justos e injustos.
En este Salmo
podremos encontrar tres grupos de personas:
- -Cristianos
Espirituales
- - Cristianos
No Espirituales
- - No
Cristianos.
Un Salmo
corto pero profundo que analizando y meditando en cada frase y cada palabra,
uno puede extraer muchas enseñanzas y a continuación es lo que intentaré lograr
junto a ti.
Salmo 1:1
“Bienaventurado el varón que
no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;”
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;”
i- “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de
malos…”
Bienaventurado, doblemente feliz como se traduce
comúnmente, aparece como un llamado de atención. Sería algo como, “si querés
ser feliz de verdad prestá mucha atención a lo que sigue…”
¿Quién
es Bienaventurado?
El Varón
Pero, ¿Quién es este varón?
Este personaje genérico tiene la intención que cada
uno de nosotros se personifique en él, que se apropie de esa vida como si fuera
suya y a su vez haga la respectiva comparación con la realidad.
Se nos dice que este varón, o sea que nosotros
seremos doblemente felices si no andamos en consejos de malos.
Muchas veces tenemos un problema o tenemos que
tomar una decisión y vamos de inmediato a pedir consejo a alguien que ya
sabemos que no tiene ningún fundamento para darnos un buen consejo.
Como cristianos no debemos ir a comentar nuestros
problemas personales o tomar al pie de la letra consejos que nos dan personas
que no pertenecen al pueblo de Dios.
¿Por
qué? Porque no tenemos un mismo sentir, un mismo motivo o razón en la vida.
Para el Hijo de Dios lo correcto o lo incorrecto lo define la Palabra de Dios,
mientras que para la persona natural los conceptos del bien y del mal son
relativos.
Esto no quiere decir que si una persona no
cristiana nos quiere dar un consejo, que lo mandemos callar, sino que no
“andemos” de acuerdo a sus consejos.
Pero tampoco debemos nosotros ir a buscar esos
consejos de “malos”, porque tal vez después de escucharlo varias veces, creemos
que eso será lo correcto y cometeremos un error.
Es fácil razonar todo esto con la cabeza fría, pero
muchas veces en momentos de desespero por algo que ocurre vamos a buscar
consejo con la primera persona que tenemos en frente o que se nos cruza en el
camino.
ii- “…,
ni estuvo en camino de pecadores…”
Quiere decir que éste varón tampoco debe seguir los
pasos de aquellas personas que hacen del pecado una práctica común.
Este varón si hubiera escuchado los consejos de
malos, ésta sería su segunda fase, y como todo pecado va en cadena hasta lo más
profundo.
Esta persona trazó su propio camino de acuerdo a la
voluntad de Dios y no se dejó guiar por las multitudes.
iii- “…, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado.”
Escarnecedor
def
: “Que se burla
de una persona de manera cruel y humillante”
Cuando se nos habla de “sentarnos en la silla”, yo
lo interpreto de dos maneras diferentes y creo que es aplicable para las dos.
a- Sentarnos
en comunión con esta clase de personas
Cuando pienso en eso se me viene la imagen a la cabeza de alguien que
entra a la casa de este escarnecedor, toma una silla y se sienta a escuchar
todo lo que éste tiene para decir.
Tal vez al principio no está de acuerdo pero cree que con solo escuchar
no hace mal a nadie, “total, la culpa la tiene el escarnecedor”. Pero aquí la
palabra centrada en el varón, lo pone como culpable si se sienta a escuchar lo
que este escarnecedor tiene para decir.
Este escarnecedor que acostumbra hablar, burlarse y humillar a todos
puede tratar de hacerlo con nosotros o hacerlo refiriéndose a otra persona.
Si lo hace refiriéndose a nosotros, no debemos quedarnos a escuchar
como habla mal de nosotros o como se burla, porque ya al ser escarnecedor sabemos
que no tiene la intención de hacernos una crítica constructiva, sino que su
intención es destruirnos con sus palabras.
No perdiendo nuestra integridad como cristianos, de una manera sutil
salgamos de esa silla y partamos. Si
quieres saber en qué condición estas en realidad que sea a la luz de la
Palabra.
Si lo hace refiriéndose a otras personas, esto es lo que comúnmente se
llamaría “chisme”, y como les decía anteriormente, prestar oídos abiertamente a
ellos es un pecado probablemente al mismo nivel que el escarnecedor.
“las personas hablan porque hay quienes las escuchan”
¿Se imaginan a una persona que práctica el chisme, que habla mal de
otros, hablando solo?
Si este escarnecedor no tuviera personas en sus sillas habitualmente,
tal vez hasta perdería el hábito, pero cuantas más personas tenga habitualmente
en sus sillas, mas entrenara ese habito e irá cada vez más lejos.
¡No prestemos nuestros oídos a la chismografía!
b- El
Varón Personificado en el Escarnecedor
Hace un tiempo leí sobre un proyecto en una Universidad de los Estados
Unidos, este proyecto consistía en un análisis a partir de una experiencia.
Ellos fabricaron una silla eléctrica que tenía un voltaje de 15 V, los
alumnos se sentaban en esa silla y aun así con ese poco voltaje se llegaban a
escuchar pequeños gritos.
Luego analizaron como se sentiría un preso recibiendo en vez de 15 V, 4
mil V.
Aunque en condiciones extremadamente diferentes, ellos llegaron a poder
imaginarse a escala lo tenebroso que esto sería.
Ellos se sentaron en esa silla y lo experimentaron, así también cuando
se nos habla de sentarse en silla de escarnecedores, puede interpretarse como
nosotros siendo ese escarnecedor directamente.
Y así seguimos viendo como la cadena del pecado sigue su curso. Escuchó
los consejos de malos, los puso en práctica y caminó de acuerdo a ellos, y
ahora se sienta en su silla como escarnecedor a burlarse y tratar de destruir
con sus palabras a aquellos que si están siguiendo el buen camino.
Si la
persona no está bien espiritualmente al sentarse junto al escarnecedor, este
tratará de bajarlo a un nivel aun más bajo a lo que él se encuentra y va a
disfrutar cada error que pueda a llegar a cometer este visitante que ocupa su
silla.
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Salmo 1 - Primera Parte (v.1)
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Oleh
Santiago Almeida