Preguntas sobre la Biblia (parte 4)
5- ¿Cómo puedo tener la seguridad de que los libros que fueron incluidos en la Biblia en verdad fueron inspirados por Dios?
Introducción
Te has preguntado alguna vez: ¿Cómo fue que decidieron qué libros incluir en la Biblia y cuales dejar afuera? ¿Por qué razón algunos fueron incluidos y otros no?
Si observas la Biblia que usan los Católicos te encontrarás con otros libros, entonces ¿Por qué nuestras Biblias no los incluyeron?
En esta oportunidad no voy a entrar en detalles sobre los libros apócrifos para no dejar el artículo demasiado extenso, pero la intensión es dejar algunos argumentos que "validen" nuestro Canon.
Antes de continuar será importante definir lo que es el Canon:
Antes de continuar será importante definir lo que es el Canon:
El Canon
Canon que significa "vara de medir" o "una norma de medida", es como los cristianos le llaman desde el siglo IV a aquellos libros que son considerados inspirados por Dios.
Cuando se habla que un libro es canónico, se refiere a que ese libro es considerado palabra inspirada por Dios y por lo tanto agregado a la Biblia.
Qué libros son inspirados y cuales no, ha sido una disputa por siglos. Los samaritanos por ejemplo aceptaban como inspirados sólo los libros del Pentateuco (de Génesis a Deuteronomio) y rechazaban los demás.
Canon del Antiguo Testamento
Los libros que pertenecen al Canon del AT en nuestras biblias, son el mismo Canon que el de los Judíos, a diferencia que ellos tienen algunos libros que nosotros tenemos separados, como uno sólo.
Es cierto que los judíos también llegaron a tener un Canon ampliado que incluía muchos de estos apócrifos, pero siempre existió el Canon reducido formado por los libros que eran considerados inspirados.
Jesús nos define cuál es el Canon:
- En Lucas 24:44 Jesús hace referencia al Canon reducido hebreo. Ellos justamente agrupaban a los libros inspirados en estos tres grupos.
- En Lucas 11:51;Marcos 23:35 Jesús marca el comienzo y el final del Canon, haciendo referencia a la muerte de Abel en Génesis (primer libro) y a la muerte de Zacarías (2 Crónicas 24:20-22) en Crónicas (último libro del Canon hebreo).
- Jesús pudo haber querido estar dando sólo un orden cronológico en los hechos, queriendo decir que Zacarías fue el último profeta en morir, pero vemos que no fue así ya que la muerte del profeta Urias fue posterior a la de Zacarías (Jeremías 26:20-23)
Estos son simplemente algunos argumentos a favor del Canon del AT.
Canon del Nuevo Testamento
A fines del sigo I dC y principios del II dC, los padres de la Iglesia Primitiva: Clemente, Ignacio y Policarpo (discípulo del apóstol Juan) mencionan en sus escritos a varios libros del Canon como Palabra de Dios.
En el siglo II dC, Marción propaga una herejía haciendo referencia que el dios del AT no es el mismo dios del NT. Entonces quiere quitar cualquier referencia judía proponiendo así un Canon que excluía al AT y aceptaba sólo al evangelio de Lucas.
Esta situación obligó a los cristianos fieles a formular una lista ortodoxa del Canon. Es por eso que Ireneo de Lyon (discípulo de Policarpo) enfatiza que los evangelios son cuatro (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) y menciona también a las cartas paulinas, a Hechos, las epístolas de Juan, Apocalipsis y 1 de Pedro.
Hasta el momento al parecer, habían dudas en cuanto a 2 Pedro.
En el año 170 dC existía el Canon Muratoriano (descubierto por L.A. Muratori y publicado en 1740) donde se puede ver la lista mutilada al principio donde se supone que irían Mateo y Marcos, y luego presentando a Lucas, Juan, las cartas Paulinas, Hechos, Judas, epístolas de Juan, 1 Pedro, Apocalipsis de Juan, y hace referencia a un Apocalipsis de Pedro que algunos piensan que podría tratarse de 2 Pedro.
También en el siglo II dC habían versiones siríacas y en latín antiguo que tenían los libros de nuestro actual Canon a excepción solamente de 2 Pedro.
En el siglo III dC tanto Origenes como su alumno Dionisio hicieron sus análisis del Canon. Dionisio dudó de Judas y 2 Pedro, pero apoyó a la epístola de Santiago.
En el siglo IV dC, el obispo Anastasio de Alejandría en una carta para la Pascua en el año 367, trata de erradicar a los libros apócrifos y detalla la lista de los 27 libros del NT que conocemos hoy.
En esa época el historiador de la Iglesia Primitiva, Eusebio, bajo el encargo de Constantino de preparar 50 copias de las "Escrituras Divinas", él usa los libros de la lista de Anastasio.
Podemos notar el cuidado que tuvieron estos personajes tan importantes en la historia de la Iglesia Primitiva en llamar "Palabra de Dios" a algo que podría no serlo.
Más adelante durante la Reforma Protestante tenemos por un lado a Lutero y Calvino haciendo sus análisis del Canon, partiendo de la base que los libros canónicos deberían ser "Cristocéntricos", y por otro lado a los líderes de la Iglesia Católica en el Concilio de Trento (año 1500) agregaba varios libros apócrifos que los primeros cristianos rechazaron rotundamente.
Muchos de ellos también fueron cercanos en el tiempo de los apóstoles como Policarpo que fue discípulo del apóstol Juan.
Además muchos de los libros apócrifos fueron muy posteriores en el tiempo, otros incluían enseñanzas gnósticas que fueron movimientos que se levantaron en ese tiempo.
Confiamos también en que Dios siempre ha protegido a su Palabra y guió a estos grandes hombres de la Iglesia Primitiva hacia lo correcto.
En el siglo II dC, Marción propaga una herejía haciendo referencia que el dios del AT no es el mismo dios del NT. Entonces quiere quitar cualquier referencia judía proponiendo así un Canon que excluía al AT y aceptaba sólo al evangelio de Lucas.
Esta situación obligó a los cristianos fieles a formular una lista ortodoxa del Canon. Es por eso que Ireneo de Lyon (discípulo de Policarpo) enfatiza que los evangelios son cuatro (Mateo, Marcos, Lucas, Juan) y menciona también a las cartas paulinas, a Hechos, las epístolas de Juan, Apocalipsis y 1 de Pedro.
Hasta el momento al parecer, habían dudas en cuanto a 2 Pedro.
En el año 170 dC existía el Canon Muratoriano (descubierto por L.A. Muratori y publicado en 1740) donde se puede ver la lista mutilada al principio donde se supone que irían Mateo y Marcos, y luego presentando a Lucas, Juan, las cartas Paulinas, Hechos, Judas, epístolas de Juan, 1 Pedro, Apocalipsis de Juan, y hace referencia a un Apocalipsis de Pedro que algunos piensan que podría tratarse de 2 Pedro.
También en el siglo II dC habían versiones siríacas y en latín antiguo que tenían los libros de nuestro actual Canon a excepción solamente de 2 Pedro.
En el siglo III dC tanto Origenes como su alumno Dionisio hicieron sus análisis del Canon. Dionisio dudó de Judas y 2 Pedro, pero apoyó a la epístola de Santiago.
En el siglo IV dC, el obispo Anastasio de Alejandría en una carta para la Pascua en el año 367, trata de erradicar a los libros apócrifos y detalla la lista de los 27 libros del NT que conocemos hoy.
En esa época el historiador de la Iglesia Primitiva, Eusebio, bajo el encargo de Constantino de preparar 50 copias de las "Escrituras Divinas", él usa los libros de la lista de Anastasio.
Podemos notar el cuidado que tuvieron estos personajes tan importantes en la historia de la Iglesia Primitiva en llamar "Palabra de Dios" a algo que podría no serlo.
Durante la Reforma Protestante
Más adelante durante la Reforma Protestante tenemos por un lado a Lutero y Calvino haciendo sus análisis del Canon, partiendo de la base que los libros canónicos deberían ser "Cristocéntricos", y por otro lado a los líderes de la Iglesia Católica en el Concilio de Trento (año 1500) agregaba varios libros apócrifos que los primeros cristianos rechazaron rotundamente.
Conclusión
Los padres de la Iglesia Primitiva fueron muy celosos de la Palabra de Dios y tuvieron sumo cuidado de no considerar inspirados por Dios escritos de procedencia dudosa.Muchos de ellos también fueron cercanos en el tiempo de los apóstoles como Policarpo que fue discípulo del apóstol Juan.
Además muchos de los libros apócrifos fueron muy posteriores en el tiempo, otros incluían enseñanzas gnósticas que fueron movimientos que se levantaron en ese tiempo.
Confiamos también en que Dios siempre ha protegido a su Palabra y guió a estos grandes hombres de la Iglesia Primitiva hacia lo correcto.