jueves, 23 de febrero de 2017

Aprendiendo de la Vid: Creados para su gloria!



¿Te has preguntado para qué estás en este mundo?

o si eres cristiano tal vez te has preguntado varias veces: ¿qué quiere Dios de mi vida?

Encontraremos la respuesta en la parábola de la Vid verdadera en Juan 15:1-9.

Aquí tendremos las siguientes representaciones:
El Labrador: Dios Padre
La Vid: Cristo
Los Pámpanos: los cristianos
Uvas: frutos del cristiano

¿Cuál es mi propósito?

(v8)"En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Dios quiere de nosotros mucho fruto.
Un pámpano sin fruto no tiene sentido, no es útil, no sirve.
"Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará;..." (v2)


Dependemos de Cristo


Pero para poder dar fruto, el pámpano necesita estar unido a la Vid para que ella le provea de la sabia necesaria para cumplir con su propósito.

En otras palabras, si no conoces a Cristo como tu Salvador, si nunca le has pedido que perdone tus pecados y reine en tu vida, nunca podrás cumplir con el propósito para el que fuiste creado.
"...porque separados de mí nada podéis hacer.(v5)
No importa la cantidad de cosas buenas que hayas hecho en tu vida, o estás en Cristo, o no le perteneces.

También vemos reflejada la dependencia que tiene el cristiano hacia Cristo.
" Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí."(v4)

El cristiano nunca podrá estar bien hasta que no esté en comunión con Cristo.


Cristianos: Pequeños Cristos

Otra cosa interesante a destacar, es que el pámpano tiene la misma naturaleza y la misma forma de la Vid. Se parece mucho, pero mientras la Vid es grande y fuerte, el pámpano es débil, y sus ramitas se pueden quebrar fácilmente. 

Esto habla de como los cristianos debemos buscar cada día de nuestras vidas parecernos más a Cristo.
Un cristiano que está cumpliendo con su propósito se parece cada vez más a Cristo.

"Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas;" 1 Pedro 2:21


Dios hará que cumplas con tu propósito

Un pámpano que no da frutos, es porque probablemente se está secando y se está desperdiciando sabia en él.

Si estamos unidos a la Vid, es porque tenemos el propósito de darle la gloria a Dios con nuestros frutos.

Un auto sin combustible no funciona para andar en él. Tal vez lo puedas usar para sentarte dentro, para escuchar música en su radio, pero no para el objetivo principal para el que fue creado.

De la misma forma un cristiano sin frutos no sirve para el propósito principal, más allá que pueda hacer muchas cosas.

¿Qué hace el Labrador con el pámpano que no lleva fruto?
" Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará;..."(v2)
" El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden." (v6)

El Labrador realiza una poda al pámpano sin frutos, lo deja con lo mínimo para que vuelva a brotar nuevamente y cumplir con su propósito.
Ese pámpano queda reducido a un tronquito de rama y de esta forma tendrá como una especie de reinicio.

Si cómo cristiano no estás dando frutos, Dios hará una poda en tu vida.
Hay cosas que a veces nos brindan seguridad y estabilidad a tal forma que se nos pueda pasar por la mente que ya no necesitamos a Dios. Tal vez un buen trabajo, un techo propio, tu esposo/a o novio/a, tus padres, etc.
En la poda Dios hará temblar tu suelo, hará que aquellas cosas que te brindan seguridad ya no sea tan así y que no tengas otra que volver a Dios.

¿Recuerdas la parábola del hijo pródigo?
Su estabilidad aparente estaba centrada en el dinero. Pero luego terminó deseando comer de la comida de los cerdos que cuidaba. Tocó fondo para entender que necesitaba volver a Dios.

Al cristiano que no cumple con su propósito Dios lo reducirá a tal punto que no le quede alternativa que volver a su Padre y allí brotar nuevamente.
Dejando nuestro YO a un lado y dejando que Dios sea el que brille en nosotros.



Mucho Fruto y más fruto

En nuestra vida cristiana nadie puede decir que ha llegado a la perfección, porque siempre necesitaremos estar creciendo.

Tu no te puedes conformar con los frutos que estás dando, porque Dios quiere más frutos.


"...y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto." (v2)

Dios no nos demanda esto de forma exigente sin proveer los medios, sino que nos brindará su cuidado y protección para que de esta forma podamos dar más frutos.

Nuestros frutos son para la gloria de Dios, y la gloria de Dios también en parte se da a conocer a través de nuestros frutos.

Nuestro Fruto

El fruto (uvas) es lo que el pámpano produce y no lo produce para si mismo, sino para el Labrador.

Nuestro fruto, lo que producimos en nuestra vida, debe apuntar a dar gloria a Dios, hasta las cosas más simples y cotidianas.
"Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios." 1 Corintios 10:31

Este fruto no es lo que nos salva, sino que es la muestra visible de que estamos unidos a Cristo.


¿Cómo están tus frutos?
¿Estás cumpliendo con tu propósito?



Este artículo tiene varios conceptos extraídos del libro "El Vino Nuevo" de Andrew Murray. Se los recomiendo! 😁

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sábado, 18 de febrero de 2017

Nehemías: ejemplo de Planificación



En estos días en nuestra Iglesia se está haciendo un estudio sobre el libro de Nehemías y la verdad que se puede sacar muchas enseñanzas de este libro.

Hace varios años había leído el libro "Pásame otro Ladrillo" de Charles Swindoll, y allí encontré muchas enseñanzas que con el tiempo sinceramente me fui olvidando, pero algo que me impactó y es una de las enseñanzas que me quedaron grabadas de ese libro,  fue darme cuenta de cómo Nehemías esperó la respuesta a su oración, pero no de brazos cruzados.

Estamos acostumbrados muchas veces entre los cristianos a no planear nada y ponemos como excusa nuestra fe en Dios.

¿A qué me refiero con esto?
Muchas veces tenemos que tomar una decisión o hacer algo en nuestra vida, y correctamente vamos en oración a Dios, pero actuamos como si no tuviéramos fe en que Dios nos va a responder, o cómodamente, cruzados de brazos, esperamos una solución milagrosa que no requiera nada de nosotros.

Es cierto que muchas veces no se puede hacer nada y solo podemos esperar en Dios, pero la mayoría de las veces esa solución puede implicar acción de nuestra parte.

Para que me entiendas un poco mejor veámoslo con un ejemplo práctico:

"Juan Pérez  está buscando trabajo, él es cristiano y día a día irá a Dios pidiendo que Dios provea, luego duerme y mira TV todo el resto del día."¿Que se supone que hará Dios en este caso? ¿Entregará currículum vitae en su lugar??"

Dios tiene poder para milagrosamente darle un trabajo, pero Dios espera de nosotros esfuerzo.

"... Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." 2 Tesalonicenses 3:10
Proverbios 6:6-11 nos exporta a no ser perezosos.
Dios no es fomentador de perezosos.

El Ejemplo de Nehemías

Nehemías tenía un gran trabajo, uno de los más codiciados en su época, era copero del Rey del Imperio Persa.

Ser copero era como una especie de primer ministro. Dicen que después de su esposa, el copero era la persona más influyente en un Rey.
Seguramente Nehemías estaba viviendo cómodo y con muchos lujos, pero él tenía una carga, y era por su pueblo.

Luego que terminó el cautiverio en Babilonia, el pueblo de Dios comienza a regresar y a reconstruir la ciudad, pero a pesar de que habían pasado ya varios años, la ciudad estaba sin muros.
Una ciudad sin muros en aquella época era el hazme reír de las naciones, ya que estaba totalmente desprotegida y estaban expuestos a ser robados y saqueados con total libertad.

Nehemías no podía estar tranquilo y vivir su vida de forma indiferente, entonces buscó estar al tanto de la situación y oró a Dios.
Cómo muchas veces nos ha sucedido, a veces la respuesta de Dios a nuestras oraciones es: espera. Así fue en el caso de Nehemías, después de una espera de 4 meses (*),  Dios movió el corazón de Artajerjes a que se preocupara por Nehemías y su pesar.

La respuesta de Dios había llegado. ¿podría Nehemías haber hecho algo además de esperar en ese tiempo?
Claro, y lo hizo.. planificó qué hacer o lo necesario para cuando Dios diera su respuesta.

Entonces el rey me dijo (y la reina estaba sentada junto a él): ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y agradó al rey enviarme, después que yo le señalé tiempo.Además dije al rey: Si le place al rey, que se me den cartas para los gobernadores al otro lado del río, para que me franqueen el paso hasta que llegue a Judá;y carta para Asaf guarda del bosque del rey, para que me dé madera para enmaderar las puertas del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y la casa en que yo estaré. Y me lo concedió el rey, según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.Vine luego a los gobernadores del otro lado del río, y les di las cartas del rey. Y el rey envió conmigo capitanes del ejército y gente de a caballo. Nehemías 2:6-9 

Señores/as, esto no es improvisación, esto es planificación! 
Nehemías ya tenía pensado qué necesitaba para llevar su plan acabo.

Más adelante durante la reconstrucción, aparecen varios enemigos queriendo impedir que tengan éxito, ¿qué hace Nehemías? Oró a Dios, pero usó el sentido común también y puso gente que haga guardias.


Seamos cristianos prácticos, tal vez la respuesta de Dios a nuestra oración está bajo de nuestras narices y sólo tenemos que arremangarnos y esforzarnos un poco más.


(*) Qusleu = diciembre (Nehemías 1:1); Nisán = abril (Nehemías 2:1)


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